lunes, 30 de julio de 2007

El automóvil, cuerpo comprable, se mueve en el lugar del cuerpo humano, que se queda quieto y engorda; y el cuerpo mecánico tiene más derechos que el de carne y hueso.

Con las máquinas ocurre lo que suele ocurrir con los dioses: nacen al servicio de la gente, mágicos conjuros contra el miedo y la soledad, y terminan poniendo a la gente a su servicio. La religión del automóvil, con su Vaticano en los Estados Unidos, tiene al mundo de rodillas: su difusión produce catástrofes; las copias multiplican hasta el delirio los defectos del original.

Nunca tantos han sufrido por tan pocos. El transporte público desastrozo y la ausencia de carriles para bicicletas hacen poco menos que obligatorio el uso del automóvil privado, pero, ¿cuántos pueden darse el lujo? Los latinoamericanos que no tienen coche propio ni podrán comprarlo nunca, viven acorralados por el tráfico y ahogados por el smog. Las aceras se reducen o desaparecen, las distancias crecen, hay cada vez más autos que cruzan y menos personas que se encuentran. Los autobuses no sólo son escasos: para peor, en la mayoría de nuestras ciudades, el transporte público corre por cuenta de unos destartalados cachivaches, que echan mortales humaredas por los caños de escape y multiplican la contaminación en lugar de aliviarla.


Fragmentos de "Patas Arriba" de Eduardo Galeano.





Harto de depender del puto auto para todo, harto de torturame por no manejar. Harto de que me traiga problemas querer manejar, harto de estar mal por una máquina de mierda. Gracias por tanto Galeano.

4 comentarios:

Nacho (El besugo) dijo...

Banco las palabras de Galeano, un excelente escrito. Lo peor del automovil es cuando te atrapa y te volves (bien como decis vos brume) dependiente. La vida sin ese medio no existe. Te aturden los problemas de seguridad, frío, cansancio entre otros, y no te das cuenta que te estuvo privando todo este tiempo de hacer muchas de las cosas que te hubiece gustado hacer.
Mis palabras no tienen la forma de un escritor, pero cuentan desde el lado del que no lo es.

Anónimo dijo...

1,25 por favor

Carito dijo...

Los libros de galeanos son como la biblia para una atea como yo

Cuquito dijo...

te llevo bruno?